Cuando se trata de ahorrar, ser busquilla no solo implica encontrar precios bajos, sino adoptar una mentalidad de búsqueda constante. No se trata de conformarse con lo primero que encuentras, sino de explorar y comparar para asegurarte de obtener lo mejor por tu dinero. Hoy más que nunca, ser astuto con tus compras y servicios puede ayudarte a estirar el presupuesto.

Por ejemplo, muchas veces pagamos más por productos y servicios simplemente porque no investigamos otras opciones o no nos damos el tiempo de preguntar. A veces, las mejores ofertas están más cerca de lo que imaginamos, en los pequeños comercios del barrio o en descuentos que no siempre están a la vista.

Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para poner en práctica tu lado más busquilla:

Compara precios antes de comprar. Las diferencias de precio pueden ser grandes, especialmente en supermercados y farmacias. Revisa folletos de ofertas, apps como SoySuper, o incluso pregunta en tu barrio para encontrar buenas promociones.

Pregunta por descuentos locales. Muchas tiendas de barrio, farmacias y centros de salud ofrecen descuentos que no siempre publicitan. No dudes en preguntar.

Infórmate sobre convenios y beneficios que ya tienes. Muchas veces, las aseguradoras, cajas de compensación o Fonasa tienen ofertas que no conoces. ¡Es importante estar al tanto de todo lo que te corresponde!

Explora fuera de las grandes cadenas. En lugar de siempre ir a los grandes supermercados, explora mercados locales y ferias donde puedas conseguir precios más bajos y productos frescos.

Mantente atento a ofertas en lugares inesperados. A veces, supermercados o tiendas de barrio tienen rebajas o promociones que no están en las grandes plataformas online.

Ser busquilla no es solo cuestión de ser ahorrativo, es estar atento a las oportunidades que te rodean. Con un poco de curiosidad y ganas de investigar, puedes lograr que tu dinero rinda mucho más.