Chile ha dado un paso importante en la protección del medio ambiente con la Ley de Plásticos de un Solo Uso, que prohíbe la entrega de productos desechables en locales de comida y busca reducir la contaminación plástica. Según datos de la Fundación Ellen MacArthur, cada año se vierten más de 8 millones de toneladas de plástico en los océanos, afectando a la vida marina y amenazando la salud de los ecosistemas. Si no actuamos, se estima que para 2050 habrá más plástico que peces en el mar.

Esta ley chilena, que comenzó a implementarse en 2021, tiene como objetivo eliminar el uso de productos plásticos como cubiertos, bombillas, vasos y envases desechables. Al limitar la producción y consumo de estos plásticos de un solo uso, se busca reducir la cantidad de residuos que terminan en basurales, donde pueden tardar cientos de años en degradarse.

Optar por alternativas sostenibles es una forma simple pero poderosa de apoyar esta iniciativa. Elige siempre productos reutilizables, como botellas de vidrio, bolsas de tela, y utensilios de madera, que no solo son más amigables con el medio ambiente, sino que también representan un ahorro a largo plazo.