A medida que pasan los años, es importante no solo hacer los chequeos rutinarios, sino también recordar algunos exámenes menos comunes que pueden marcar la diferencia en tu salud. Éstos ayudan a detectar posibles problemas de manera temprana y, lo mejor de todo, a menudo son fáciles de realizar y no invasivos.

Uno de los exámenes a considerar es el de vitamina D, especialmente en personas mayores, ya que esta vitamina es clave para la salud ósea y el sistema inmunológico. La deficiencia de vitamina D puede ser común en personas 60 +, lo que contribuye a la debilidad muscular y huesos más frágiles. Otro chequeo importante es el de la vista, que se debe realizar cada dos años para detectar problemas como la degeneración macular o el glaucoma, que suelen desarrollarse sin síntomas evidentes.

El control auditivo también es esencial, ya que muchas personas pueden no darse cuenta de que su audición ha disminuido. Realizarse una audiometría puede ayudar a identificar una pérdida auditiva temprana y mejorar la calidad de vida con el uso de audífonos si es necesario.

Para las mujeres, un aspecto importante es el examen de la piel, especialmente para detectar posibles cambios en los lunares que podrían indicar problemas. Para los hombres, un chequeo sencillo de los niveles de testosterona también puede ser útil, ya que los niveles disminuyen y pueden afectar la energía, el ánimo y la masa muscular.

Realizar estos chequeos regulares no solo puede prevenir problemas futuros, sino también mejorar tu bienestar general. Consulta a tu médico sobre qué exámenes adicionales podrían ser adecuados para ti, y no dejes pasar estos importantes controles para mantenerte saludable.