A medida que avanza la vida, las necesidades nutricionales cambian, y mantener una salud óptima se vuelve crucial. La vitamina B12, la D, la B6, el calcio y la fibra son suplementos clave que pueden marcar la diferencia en la calidad de vida para los 60+. Cada uno de estos nutrientes juega un papel vital en el bienestar general y, a menudo, es difícil obtenerlos en cantidades suficientes solo a través de la dieta.

La vitamina B12 es esencial para la función cerebral y la producción de glóbulos rojos. Sin embargo, con el tiempo, su absorción disminuye, lo que puede llevar a fatiga y problemas neurológicos. Se recomienda buscar suplementos en forma de cianocobalamina o metilcobalamina, o también aumentar el consumo de alimentos fortificados. La vitamina D, por otro lado, es fundamental para la salud ósea y el sistema inmunológico, y es especialmente importante para prevenir la osteoporosis. Aunque se puede obtener a través de la exposición al sol, la mayoría de las personas necesitan consumir un suplemento adicional, especialmente durante los meses de invierno. Y siguiendo con las vitaminas, la B6 ayuda a mantener el metabolismo de proteínas y la salud cognitiva. Alimentos como el pollo, el pescado y los garbanzos son buenas fuentes, pero un suplemento puede ser necesario si la ingesta dietética es baja.

El calcio, crucial para la fortaleza ósea, es otro suplemento importante, especialmente para mujeres. Aunque los lácteos y las verduras de hoja verde son buenas fuentes de calcio, un suplemento puede ayudar a asegurar una ingesta adecuada. Finalmente, la fibra es esencial para la digestión y la salud cardiovascular y puede obtenerse a través frutas, verduras y granos enteros.

Al elegir suplementos, es importante optar por productos de alta calidad y consultar siempre a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen. Además, mantener una dieta equilibrada sigue siendo fundamental, ya que los suplementos son precisamente eso: un complemento, no un sustituto de una alimentación saludable.