La importancia de tener un proyecto propio

Cada vez más personas mayores de 60 años deciden iniciar proyectos personales o emprendimientos, no solo por una motivación económica, sino por la necesidad de mantenerse activas, desafiadas y conectadas con los demás. De hecho, según el Observatorio del Envejecimiento UC–Confuturo, más del 40% de los adultos mayores activos en Chile declara que tener un proyecto propio mejora su bienestar y les da una nueva razón para organizar su día.

 Tener algo propio no necesariamente implica crear una empresa. Puede ser una actividad con sentido: restaurar muebles, dar clases particulares, vender productos hechos a mano o colaborar en causas sociales. En todos los casos, existe un elemento común: la posibilidad de seguir aportando experiencia y conocimiento, demostrando que la edad no limita la capacidad de innovar ni de generar impacto.

 Además, los especialistas coinciden en que desarrollar un proyecto personal fortalece la autoestima y la salud mental, al entregar estructura, metas y un propósito diario. Y cuando ese proyecto nace de una pasión o un interés genuino, el beneficio es doble: se disfruta el proceso y se mantiene activa la mente.

 Emprender o crear algo propio después de los 60 es, en el fondo, una forma de independencia emocional y de conexión social. Porque no hay edad para tener ideas nuevas, y cada proyecto personal es también una forma de decir: “todavía tengo mucho que aportar”.