Cerrar el año con sentido

Hacer un balance del año no solo es un gesto simbólico: también es una práctica que ayuda a la mente a ordenar experiencias y reducir el estrés. Según especialistas en psicología positiva, cuando se sigue aferrado a lo que preocupa —errores, pendientes o decepciones— el cerebro mantiene activa la respuesta al estrés, impidiendo que aparezcan la calma y la gratitud. Soltar, en cambio, libera espacio mental y emocional.

 ¿Cómo lograrlo? Una buena forma es anotar tres cosas que se agradecen de este año y tres que conviene dejar atrás. También resulta útil revisar los compromisos: detenerse a pensar en qué actividades, rutinas o relaciones consumen energía sin aportar bienestar, y cuáles sí valen la pena mantener. A veces basta con ajustar el ritmo, decir que no con amabilidad o priorizar lo que realmente importa.

 Cerrar el año con sentido no significa olvidar, sino elegir conscientemente qué se queda y qué se va. Porque cuando se deja ir lo que pesa, todo lo que viene se siente más liviano.

Solicita asesoría con un experto

Ingresa tu nombre (solo letras)
Ingresa tu email
Ingresa RUT sin puntos y con guión
+56 9
Ingresa tu fono (8 dígitos)
Debes aceptar los términos y condiciones
Espera un momento...
Gracias por contactarnos.

Pronto nos comunicaremos contigo.

Solicita asesoría con un experto

Ingresa tu nombre (solo letras)
Ingresa RUT sin puntos y con guión
Ingresa tu edad (solo números)
Ingresa una ciudad
Ingresa tu email
+56 9
Ingresa tu fono (8 dígitos)
Solo números y letras
Máximo 300 caracteres.
Debes aceptar los términos y condiciones
Espera un momento...
Gracias por contactarnos.

Pronto nos comunicaremos contigo.