El campamento base es la primera parada formal de la expedición, donde se define la idea de negocio y se exploran intereses personales con mayor claridad. El foco está en dar forma a la motivación inicial y traducirla en una propuesta concreta que responda tanto a pasiones individuales como a oportunidades del entorno. Aquí se utilizan herramientas como el Ikigai, que ayuda a conectar lo que a uno le gusta, lo que sabe hacer, lo que el mundo necesita y lo que puede generar ingresos, y el mapeo de recursos personales, que permite reconocer fortalezas y apoyos disponibles. En esta etapa no se busca aún lanzar el negocio, sino validar que la idea tenga sentido, tanto para el emprendedor como para su posible mercado. Es un proceso de exploración guiado por preguntas: ¿qué quiero ofrecer?, ¿por qué es valioso?, ¿cómo se diferencia? Y ¿a quién se dirige? El campamento base sienta las bases sólidas de la ruta, asegurando que la marcha comience en la dirección adecuada.